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LA INFLAMACIÓN Y LA PSORIASIS

Exploremos el aspecto de la inflamación y conoce cómo una de las funciones más útiles de tu cuerpo puede también contribuir a los síntomas de la psoriasis.

La inflamación es uno de los sistemas naturales de defensa y reparación de tu cuerpo. Cuando una persona sana se corta o desarrolla una infección, su sistema inmunológico provoca una inflamación. Esto da una señal a los vasos sanguíneos para que se agranden alrededor de la lesión, y a los glóbulos blancos para que lleguen rápidamente y reparen el daño. Cuando la lesión o la infección sana, se detiene la inflamación.

La historia es distinta en personas con una enfermedad inflamatoria como la psoriasis. En personas con psoriasis, la inflamación corre rampante. En lugar de crear células de piel nuevas para sustituir las viejas al final de su ciclo de vida, el cuerpo crea un exceso de células cutáneas, aunque estas no sean necesarias. No solo eso, se reproducen a una velocidad de hasta siete veces más rápido de lo normal. El resultado es células de piel nuevas empujando rápidamente las células viejas muertas hacia la superficie lo que crea las placas y las escamas que ves en tu piel.

Ahora podrás entender la función que tiene la inflamación en los síntomas de la piel.

La inflamación y las Comorbilidades

La inflamación crónica no solo afecta la piel. Está asociada a otras enfermedades que ocurren en el cuerpo. Algunas de estas otras enfermedades, conocidas como comorbilidades, puede ocurrir de manera simultánea a la psoriasis.

La psoriasis no es la causante de estos padecimientos o viceversa.

Es importante dejarle saber a tu dermatólogo acerca de todos los síntomas que estás presentado, aunque no estén relacionados con la psoriasis.