VIVIR CON
PSORIASIS
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Habla con tu médico antes de hacer cualquier cambio en la dieta o el plan de ejercicio.
La psoriasis comienza dentro del cuerpo, ¿verdad? Entonces, tiene sentido que una dieta y plan de ejercicio ponderado pueden ayudarte a mantener un estilo de vida sano. Desde conocer qué alimentos pueden desencadenar tus brotes hasta encontrar un programa de ejercicio que se ajusta a tu estilo de vida, mejorando tus rutinas diarias, puede ser una gran manera de mantener una forma de vida sana.
Aunque hay poca evidencia científica que apoye la idea de que la dieta puede afectar la psoriasis, algunos personas con psoriasis han informado sentir alivio de los síntomas con una dieta antiinflamatoria, al igual que perder peso, que puede ser como resultado de una reducción en la inflamación sistémica.
Frutas y vegetales
Pescado
Productos lácteos bajos en grasa
Carnes magras
Granos enteros
Carnes rojas con grasa
Alimentos procesados y refinados
Alimentos lácteos con alto contenido de grasas
Intenta llevar un diario de tus alimentos. Puede ser útil para llevar constancia y conocer qué alimentos ayudan y cuáles evitar siempre que sea posible.
Sabes muy bien que el ejercicio es beneficioso para tu salud, pero considera lo siguiente: es más probable que los pacientes obesos con psoriasis tengan un aumento en la severidad de la enfermedad. Más, continuar participando en las actividades que disfrutas te demuestra que la psoriasis no te define. Si estás dispuesto a ponerte en movimiento, habla con tu profesional de la salud. Luego, intenta algunos de estos consejos de ejercicio específicos para personas con psoriasis.
Al combinar el sudor y el movimiento, la ropa apretada puede causar irritación durante el ejercicio. Trata de usar ropa suelta, de un material que respire o elimine la humedad.
Si no estás listo para ir al gimnasio durante un brote, no hay problema. Prepárate para ejercitarte en tu casa y mantén el impulso.
La artritis psoriásica puede estar ligada a la psoriasis. Si de casualidad padeces de ambas, estirarte bien antes y después de la rutina de ejercicio puede ayudar a reducir el dolor y a mejorar la amplitud de movimiento.
Aunque el estrés no es la causa de la psoriasis, puede hacer que el manejo de la enfermedad sea más difícil.
El estrés es un desencadenante común de los brotes de psoriasis. Lee acerca de algunos consejos para manejar la psoriasis provocada por el estrés, y a propósito, recuerda respirar.
Cuando tienes estrés, es difícil retirarte de las situaciones. Ser consciente de tus propios estresores puede ayudarte a evitarlos, o hasta aceptarlos en el futuro.
Esconder tu psoriasis todo el tiempo o evitar hablar de esta puede ser una carga. Cuando estés listo para abrirte, ser franco y directo podrás ayudarte a aliviar la presión y a comenzar un diálogo productivo con amistades, familiares, compañeros de trabajo o hasta con las personas que acabas de conocer.
Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos, pero comprometerte a “sacar tiempo para ti” es un buen comienzo. La meditación funciona en algunas personas, escalar les funciona a otras. La clave es encontrar algo que te funcione y mantenerlo, sea que tienes un brote o no.
La ropa puede ser una de las decisiones más estresantes para algunos personas con psoriasis. Quieres vestirte con camisillas y pantalones cortos, pero, tal vez, eso puede hacerte sentir muy incómodo. Tal vez, las mangas largas te irritan la piel. Intenta buscar telas más sueltas y anchas que lucen fantásticas y le permiten a la piel respirar.
La educación es un paso importante para entender, en especial cuando hablamos de una enfermedad crónica. Demos una mirada más de cerca a los mitos de la psoriasis, para que puedas conocer los hechos verdaderos de la psoriasis.
Una cosa que las personas se preguntan después del diagnóstico es si la psoriasis es contagiosa. La respuesta es un rotundo “no.” No te puedes contagiar con psoriasis por estar cerca de alguien que la padece y tampoco puedes contagiarte por tocarla. Caso cerrado.
Algunas personas pueden pensar que la psoriasis comienza y termina con la piel, pero en realidad, se entiende que es una enfermedad del sistema inmunológico. Esto significa que esas placas rojizas o plateadas/blanquecinas que causan picor en la piel son en realidad un síntoma de un desequilibrio dentro del cuerpo.
En este momento, la psoriasis no tiene cura. Pero, trabajar con un dermatólogo puede ayudar a encontrar opciones de tratamiento que pueden ser beneficiosas. Si no tienes un dermatólogo, pide un referido a tu médico primario o ginecólogo obstetra.
Aunque es importante, la cantidad de placas que tienes en el cuerpo no es lo único que la determina. La localización de las placas y el impacto personal general pueden también influir para que tu dermatólogo diagnostique tu psoriasis como leve, moderada o severa.